lunes, 27 de julio de 2009

LA TECNOLOGÍA Y EL HOMBRE


La presente generación se siente privilegiada porque el progreso le ofrece tantas posibilidades insospechadas hasta hace solamente decenios. La actividad creadora del hombre, su inteligencia y su trabajo, han provocado cambios profundos, tanto en el dominio de las ciencias y de la técnica cómo en la vida social y cultural. El hombre ha extendido su poder sobre la naturaleza, ha adquirido un conocimiento profundo de las leyes de su comportamiento social.
La técnica es indudablemente una aliada del hombre. Ella facilita el trabajo, lo perfecciona, lo acelera, lo multiplica. Ella fomenta el aumento de la cantidad de productos del trabajo y perfecciona incluso la calidad de muchos de ellos. Es un hecho, por otra parte, que a veces la técnica puede transformarse de aliada en adversaria del hombre, quitándole toda satisfacción personal y el estímulo a la creatividad y a la responsabilidad; cuando quita el puesto de trabajo a muchos trabajadores antes ocupados, o cuando mediante la exaltación de la máquina reduce al hombre a ser su esclavo.
El progreso técnico no debe asumirse el carácter de dominio sobre el hombre y la destrucción de la naturaleza. La técnica desde el sentido querido por Dios, debe servir al hombre debe entrar en contacto con la naturaleza como custodio inteligente y noble, no como un explotador sin reparo. eso solamente será posible si el progreso científico y técnico va acompañado de un crecimiento en valores éticos y morales.
JUAN PABLO II

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